Denuncian que la Política Agraria Común (PAC) subvenciona a las macrogranjas de porcino

En un reportaje que publica este domingo Datadista

Fecha: 03-Nov-2021

Fuente: Agroclm

España lidera desde 2015 el número de cabezas de ganado porcino de la Unión Europea con más de 32 millones de animales. Y casi el 80% de las explotaciones son intensivas. Y pese a que, desde 2007 se ha doblado la cantidad de cerdos, han desaparecido 22.710 granjas. Así arranca la segunda parte del reportaje que publica este domingo Datadista en elDiario.es sobre el impacto de la Política Agraria Común (PAC), entre otros factores, en la intensificación de las actividades agrarias. Si la investigación publicada el sábado ponía el foco en los cultivos, con especial énfasis en el olivo, y su impacto sobre las aguas subterráneas, este domingo los protagonistas son los cerdos.

La publicación recoge que, en principio, el porcino es un sector del que normalmente se dice que no recibe ayudas PAC. Pero, en el artículo periodístico se contempla que desde el año 2000 las macrogranjas de cerdos sí recibieron 40 millones de euros de dinero público solo para el almacenamiento de sus productos (motivado por la caída en la producción o en las exportaciones del sector).

El reportaje especifica el motivo por el que las grandes empresas integradoras del sector porcino acceden a subvenciones de los diferentes apartados de la PAC, como el pago básico, las inversiones en activos físicos, hasta los pagos para prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y el medio ambiente. “Reciben ayudas vinculadas a otros sectores gracias a la gran diversificación de negocios que practica”. De esta manera, de facto, la PAC apoya un modelo intenso de producción y no otros más sostenibles, como la ganadería porcina extensiva, lo que sería una de las causas de su paulatina desaparición.

Purines: nitratos y metano

El reportaje relata el impacto ambiental de este tipo de explotaciones intensivas. Un cerdo puede producir hasta cuatro veces más desechos orgánicos que un ser humano. Tanto que una macrogranja media puede llenar casi 14 piscinas olímpicas con purines al año. Al ser almacenados en primera instancia en una balsa exterior anexa a la instalación, emiten al aire un gas de efecto invernadero como el metano, el 13,7% del total liberado a la atmósfera en España en 2019. También, productos contaminantes como el amoniaco y el óxido nitroso. Posteriormente, estos residuos se utilizan mayoritariamente como fertilizante en terrenos agrícolas, que liberan nitratos al suelo, que luego llegan a los cursos hídricos. El 22% de las masas de aguas superficiales y el 23% de las subterráneas están contaminadas por este compuesto.

Los periodistas han elaborado unos mapas en los que se puede ver dónde se sitúan las grandes explotaciones porcinas y los mataderos especializados en este tipo de animal. Muchas de ellas están localizadas sobre zonas vulnerables a nitratos o sobre otras figuras de protección ambiental como son las Zonas Especial Protección para las Aves (ZEPA), así como los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC).

Indican que la actual PAC apenas exige requisitos para algunas de las ayudas a las que se acogen las macrogranjas. Y las que lo tienen son claramente insuficientes a la vista del avance de la contaminación por nitratos en España.