Las prácticas agrarias deben compaginar la obtención de altos rendimientos con la protección medioambiental. Esto implica la necesidad de ajustar de forma precisa las cantidades y momentos de alpicación de fertilizantes para obtener la máxima rentabilidad económica con el mínimo impacto ambiental. Con esta finalidad se han ido desarrollando diferentes métodos o herramientas de ajuste de la fertilización (Lemaire, 19997). Los medidores portátiles de clorofila (SPAD 502, N-Tester) constituyen una herramienta rápida, fiable, y no destructiva para determinar el estado nutricional de un cultivo.