Aumentan las poblaciones de gusano cabezudo en almendro y frutales de hueso
Los síntomas más claros en árboles atacados suelen verse durante el verano
Fecha: 13-Jun-2023
Tags: Almendro , frutales de hueso , gusano cabezudo , capnodis tenebrionis
Fuente: Agroclm
El incremento de las sequías no solo afecta al proceso productivo, sino a la aparición y proliferación de plagas y enfermedades, según indican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF).
La expansión de gusano cabezudo o Capnodis tenebrionis en los últimos años no debe ser subestimada y está causando estragos en muchas plantaciones de almendro y frutales de hueso.
Entre las causas más probables de proliferación, destacan:
-El incremento de las temperaturas es uno de los motivos de su expansión.
-El uso abusivo de herbicidas y plaguicidas ha reducido las especies depredadoras del gusano cabezudo.
-Falta de conocimiento del momento más adecuado para su tratamiento es un factor importante de su desarrollo
-Ciertas técnicas de cultivo y utilización de material vegetal más susceptibles al ataque.
-Sistemas de riego por goteo, la optimización del reparto del agua crea zonas secas cerca del árbol que permiten la reproducción.
El gusano cabezudo en términos generales está considerado como una plaga secundaria, si bien puede tener una notable incidencia pasando a ser tratada como una plaga principal.
Los ataques de esta plaga son más acusados en plantaciones viejas, aunque también se pueden iniciar en las jóvenes, especialmente en secano, así como en riego deficitario y parcelas abandonadas.
Los adultos son relativamente grandes y tienen la capacidad de volar, oscilan entre 16-30 milímetros, siendo mayores las hembras que los machos. De cuerpo aplanado, tegumento muy duro, de color negro mate y superficie rugosa.
Los huevos son ovalados y de color blanquecino, son difíciles de ver ya que al realizar la puesta en el suelo se impregnan de tierra. Miden alrededor de 1 mm.
Las larvas son de color blancas amarillento, ápodas y de consistencia blanda. Miden unos 2 milímetros al nacer, llegando hasta los 60-70 mm en su máximo desarrollo. Este estado se desarrolla en el suelo, entre las raíces de los árboles afectados.