El desperdicio de alimentos es un problema global que conlleva graves consecuencias medioambientales, económicas y sociales. La ONU recoge en el ODS 12 de Objetivos de Desarrollo Sostenible, reducir el despilfarro a la mitad para el año 2030, reto que asume el Pacto Verde Europeo a través de su estrategia Granja Mesa. En Euskadi, conscientes de la gravedad del problema y en el marco del Basque Green Deal se puso en marcha una Estrategia para reducir el despilfarro en la cadena alimentaria vasca.
Entre los años 2019 y 2020, un grupo de trabajo formado por HAZI, AZTI, IHOBE, Cluster de Alimentación de Euskadi, Enraiza derechos y Neiker, con la coordinación de Elika, realizó un primer diseño y concreción de la metodología para un diagnóstico de la generación de despilfarro en la CAE y la determinación de su impacto económico, social y ambiental, así como las oportunidades de reducción, de acuerdo a las directrices que Europa establece.
La complejidad del diseño nos ha llevado a aprovechar al máximo el esfuerzo de recopilación de datos que se ha llevado a cabo en cada eslabón de la cadena, utilizando metodologías diferentes, como establece la Decisión delegada. Por ello, hemos podido cuantificar datos que superan la definición de desperdicio que establece la Comisión Europea para su cuantificación. De ahí que en este informe contabilicemos lo que hemos denominado “Material Potencialmente Aprovechable” en los dos primeros eslabones de la cadena y que podrían ser objeto de revalorización.
El informe que se presenta es básico para conocer la realidad de este problema en Euskadi y así poder implementar las acciones más adecuadas.